Muchas veces pensamos que solo quienes “están muy mal” deben acudir al psicólogo. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Pedir apoyo psicológico no significa debilidad, ni locura, ni fracaso. Significa tener la valentía de reconocer que algo no va bien… y que mereces estar mejor.
No hace falta tocar fondo para pedir ayuda.
La terapia no solo es para momentos de crisis. Puede ayudarte cuando:
- Te sientes constantemente agotada emocionalmente.
- Duermes mal, comes por ansiedad o te falta motivación.
- Das muchas vueltas a lo mismo sin encontrar salida.
- Sientes que ya no disfrutas como antes.
- Tienes dificultades en tus relaciones o con tus emociones.
- Estás atravesando un cambio vital (ruptura, maternidad, duelo, etc.).
También puedes venir a terapia si:
- Quieres conocerte mejor.
- Buscas mejorar tu autoestima.
- Deseas aprender a poner límites.
- Te gustaría sanar heridas emocionales del pasado.
Buscar apoyo psicológico es un acto de autocuidado.
En consulta, te acompaño desde un enfoque integrador, cálido y respetuoso, donde puedes expresarte sin miedo, sin juicios, y a tu ritmo.
Si lo estás pensando da el paso, aquí estoy para acompañarte en tu proceso.