Empezar un proceso terapéutico puede generar muchas dudas. Tal vez te preguntes si sabrás expresarte, si te vas a sentir juzgada o si realmente te servirá. Es completamente normal sentirse así antes de la primera cita.
Por eso, hoy quiero contarte qué puedes esperar de esa primera sesión para que llegues con más calma y confianza.
1. Un espacio seguro solo para ti
En consulta no tienes que ser fuerte ni esconder lo que sientes. Mi papel no es juzgarte, sino escucharte, acompañarte y ayudarte a comprender lo que te pasa. Puedes venir tal y como estás.
2. Una conversación, no un interrogatorio
En la primera sesión hablaremos sobre lo que te ha traído a consulta, tu historia personal y tus objetivos. Tú decides cuánto compartir. Iremos paso a paso, sin prisas.
3. Empezar a poner nombre a lo que te ocurre
Puede que salgas con más claridad sobre lo que te está sucediendo. A veces, solo verbalizarlo ya es un gran avance.
4. Diseño del acompañamiento
Te explicaré cómo trabajo, con qué enfoque y qué pasos podemos seguir. Juntas valoraremos si te sientes cómoda para continuar.
5. Muchas emociones (y eso está bien)
Llorar, reír, sentir alivio o incluso incomodidad… todo es válido. La primera sesión puede remover, pero también puede empezar a sanar.
Acudir a terapia es un acto de cuidado hacia ti misma, y ese primer paso ya habla mucho de tu fuerza.